Rubén Blades
nació en el seno de una familia donde el arte siempre ocupó un lugar
privilegiado, en el barrio de San Felipe de la ciudad de Panamá. Sus padres
fueron Rubén Blades Bosques y Anoland Bellido de Luna.
Sus inicios en la música se dieron con el
sello Alegre Records y
con el afamado sello musical Fania de Nueva York. Sus dotes como cantante le
abrieron las puertas, con participaciones fugaces en las bandas de Pete Rodríguez, Richie Ray, Bobby Cruz y Ray Barretto. En el año 1969 participó
en la grabación del disco de larga duración De Panamá a New York/From Panama to New York,
con Pete Rodríguez, disco que, sin embargo,
Blades no incluye en su discografía.
No fue sino hasta su asociación musical con
el trombonista neoyorquino Willie Colón que logró un éxito firme y el
reconocimiento en la industria discográfica. El primer disco lanzado se
convirtió en un clásico de la salsa: Metiendo Mano!, en cuya portada
aparecía en letras minúsculas el texto: Willie Colón presenta a Rubén Blades.
De dicho álbum salieron los éxitosPablo
Pueblo, Plantación adentro y Según el color. El disco fue recibido
con muy buenas opiniones por la crítica.
Rubén Blades compuso y dedicó a Héctor Lavoe la canción El
cantante, considerada una obra de arte de la lírica de la salsa, por
haber retratado en sus letras la vida y obra del artista puertorriqueño.
Varios críticos de salsa no dudan en afirmar
que existió un disco que marcó un antes y un después en el desarrollo de este
género. Incluso el músico y crítico de salsa peruano Jaime Delgado Aparicio afirma que este disco es un éxito en
el desarrollo musical del siglo XX. Se trata del disco Siembra, que incluyó los temas
ahora clásicos Pedro Navaja, Plástico,Buscando guayaba y Siembra. En este disco ya se veía
consolidado lo que en un inicio se dejó entrever en Metiendo
Mano!: la habilidad de Blades para poner en sus letras una impronta
personal que después sería llamada salsa intelectual. En tiempos en los
que la salsa empezaba su movimiento desde el barrio y la calle a los salones de
baile, y las experiencias cantadas de los guapos se trocaban por motivos más sensuales,
Rubén Blades le cantaba al bandido, al matarife y a la
calle. En Plástico se deja
ver otro tema recurrente en la discografía de Rubén: la exhortación a que una América Latina unida despierte y cumpla un sueño de
hispanoamericanismo que emana directamente de Simón Bolívar.
Actualmente Siembra es considerado todo un clásico de la
salsa, y es uno de los discos más vendidos del género de todos los tiempos. La
unión con Willie Colón editó además los discos Maestra
vida vol. 1 y 2, Canciones del Solar de los Aburridos y The Last Fight.
Ya en referencia a sus discos en solitario, Bohemio
y poeta no tuvo tanta
pegada como Siembra, pero sí la tuvo su ambiciosa
ópera Maestra vida, que fue publicada en
dos álbumes de larga duración separados y en la que narra la historia de una
familia cualquiera en un país de América Latina que podría ser tanto México o Argentina como Bolivia o Guatemala pero
principal mente Panamá ya que al contar la respectiva historia habla de su
pueblo y de su vida en Panamá a lo que ahora se le dice Panamá viejo. De ese
disco doble destacaron las canciones Manuela, El
nacimiento de Ramiro y Maestra
vida. Los retratos de lo que se entiende por barrio,
las críticas a los gobiernos latinoamericanos en general y el canto al amor y a
la mujer hacen de este disco doble un referente integral de los valores que
tiene la salsa como música.
Ya dentro de los 80, Blades inicia otra etapa muy
fructífera en su carrera artística, al juntarse con el grupo Seis del Solar, que luego cambiaría su nombre por el de Son del Solar. Esta unión produjo los álbumes Buscando América,
en el que destacan los clásicos Decisiones y El Padre Antonio y su monaguillo Andrés), Escenas, Agua
de luna, Doble filo, Nothing
but the Truth, Antecedentes, Live! y Caminando. Esta etapa se cierra con
el disco The Best.
La última parte de la discografía de Rubén
Blades refleja a un cantante más maduro y con la capacidad de experimentar
nuevas fusiones y nuevos géneros. El disco La rosa de los vientos incluye música panameña que Blades
ofrece como homenaje a su país. Los discos Tiempos y Mundo, co-producidos con el trío
costarricense Editus, si bien se alejaron de la salsa, fueron premiados por
su calidad interpretativa.
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